sábado, 14 de abril de 2012

Lo reconozco, me caen mejor los paquidermos que los monarcas.


Prefiero disfrutar con la idea de que en África o Asia, el animal terrestre mas grande que pisa nuestro planeta, campea majestuoso, viviendo libre entre su manada-familia, antes de imaginar como otras familias educan a sus menores entre armas y costumbres retrogradas costeadas con el esfuerzo y sacrificio de todos.
Defiendo la elección de nuestro jefe de estado de forma democrática, frente a la designación por herencia, linaje o derechos adquiridos por unas determinadas familias en la Edad Media.
El anuncio de que, precisamente hoy 14 de abril, día en el que se celebra el aniversario de la proclamación de lasegunda república española, el rey Juan Carlos, ha sido operado por una lesión sufrida mientras cazaba elefantes en Botsuana, ha encendido aun mas, el sentimiento republicano en muchos de los ciudadanos que comprueban con noticias como esta lo obsoleto, inapropiado y absurdo que es en nuestro tiempo seguir con el jefe de estado que designó el dictador Franco cuando vio acercarse el fin de sus días. (Franco por cierto, también cazaba, pero perdices y conejos en Doñana).
El caso es que he estado siguiendo las reacciones y comentarios en los medios y redes sociales, comprobando como la indignación y el ingenio de la gente  ponía de manifiesto una mas que esperanzadora animadversión hacia la casa real.
En clave de humor, desde facebook y twitter muchos hemos deseado "salud y república" al monarca herido, otros han pedido que le coloquen su cama en el hospital junto a la de su nieto Froilan, por aquello de compartir habitación en signo de austeridad, o que lo "despidan" aprovechando su baja de mas de 6 dias tal y como permite la nueva reforma laboral. 
Y la mayoría han criticado la desvergüenza de realizar semejante despilfarro económico ( el Safári y el permiso por matar al elefante cuesta unos 100.000 euros que imaginese de donde salen) mientras se nos pide austeridad y sacrificios.
El descrédito de la institución monárquica y de la propia figura del Rey, ha alcanzado, sin duda, sus cotas mas bajas, por mucho que se haya conseguido mantenerle al margen de los escándalos de su yerno, con el mismo éxito que desde hace años se está fabricando la imagen "campechana" y democrática que nos venden.
El caso es que, a buen seguro,si hoy la monarquía se hubiese sometido a referéndum mañana nos despertaríamos con la III República que tantos reclamamos.
Afortunadamente, cada vez surgen mas voces que plantean la incoherencia de mantener una institución hereditaria, machista, ( prevalece la sucesión en los varones frente a mujeres), clasista y opaca, con la pretensión de ser un estado democrático, y con este episodio han sido muchos nombres importantes los que critican su comportamiento y ponen en duda la conveniencia de su continuidad.
Tambien ha habido silencios, los habituales y por lo que he leido, ni PP ni PSOE ni UPYD han opinado al respecto, ni tan siquiera reclamado una explicación de ese viaje "privado", o de donde sale toda esa pasta. Silencio, probablemente cómplice con la previsible abdicación en un futuro no muy lejano en favor de su hijo Felipe, que a buen seguro se nos presentará como la mejor de las soluciones de continuidad democrática por los grandes partidos y sus medios de comunicacion afines.
Pero, y hasta ahora he intentado ser comedido y respetuoso, toda prudencia y moderación desaparecieron al ver las imágenes del Borbon, posando frente a un elefante abatido, y el video de la empresa que lo llevó, esta y otras veces de safari. 
La imagen demuestra la arrogancia y extemporaneidad de un personaje que se felicita de haber acabado con uno de los seres mas espectaculares de nuestro planeta, a base de disparos en el cerebro con munición explosiva.
Mas allá de la constatación de que para el monarca, las dificultades económicas de sus "súbditos" le importan una mierda, se ha puesto de manifiesto la autentica personalidad del autor del !Por que no te callas!, al que ya la historia, pasada y reciente, le ha jugado malas pasadas relacionadas con las armas, y al que deberían retirar la consideración de miembro honorario en asociaciones y ONGs ecologistas como ADENA WWF, que obstenta hasta la fecha.
"Matar un elefante no es un crimen: es un pecado. Un pecado para el que uno tiene licencia." se dice en la excelente película de Clint Eastwood, "Cazador blanco, Corazón negro"
Yo no se si es un pecado, pero desde luego es uno de los actos mas despreciables que puede hacer un ser humano, y quien lo hace no se merece el respeto ni la consideración de nadie, y mucho menos el honor de representar a un país y a sus ciudadanos (que no súbditos).


Juan Manuel Mancebo Fuertes

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